Alemania importa el 8% de su gas en forma de GNL, lo que aviva la preocupación por los efectos sobre los niveles de almacenamiento

Las terminales de gas natural licuado (GNL) cubrieron el 8% de las importaciones totales de gas de Alemania en el primer semestre del año, un nivel similar al del año pasado. Según los medios de comunicación, los representantes del sector energético han expresado su preocupación por que el aumento de la cuota de GNL pueda provocar una disminución de los niveles de almacenamiento de gas debido a la falta de incentivos para los operadores de almacenamiento.

Las terminales de GNL del país suministraron 39,3 teravatios-hora (TWh) de gas a la red, frente a un total de importaciones de gas de 490,6 TWh, según datos de la agencia de redes BNetzA. La terminal del mar Báltico en la isla de Rügen se convirtió en el principal punto de alimentación de GNL del país entre abril y junio. Durante ese periodo, gestionó 10,2 TWh de GNL, superando a las terminales del mar del Norte en Wilhelmshaven y Brunsbüttel, que se enfrentaban a límites de capacidad debido a tareas de mantenimiento.

Preocupación por los bajos niveles de almacenamiento

El cambio de Alemania hacia las importaciones de GNL está suscitando preocupación por los niveles relativamente bajos de las instalaciones de almacenamiento de gas del país, según informa Süddeutsche Zeitung. Las instalaciones de almacenamiento nacionales solo están llenas al 52%, muy por debajo de los niveles del año pasado en la misma época. La ley exige que los niveles de almacenamiento de gas alcancen el 80 % en octubre para prepararse para el invierno.

El almacenamiento en Rehden, en Baja Sajonia, la mayor instalación de Alemania con una capacidad total de casi cuatro mil millones de metros cúbicos de gas, solo está lleno al 2,4 %. Los niveles de almacenamiento en Rehden también eran bajos cuando estalló la invasión rusa de Ucrania, lo que provocó una subida vertiginosa de los precios de la energía en toda Alemania y Europa.

Las terminales de importación de GNL en el mar del Norte y el mar Báltico se construyeron mediante un procedimiento acelerado en respuesta a la guerra para que el país dejara de depender del gas ruso transportado por gasoductos.

Stefan Dohler, director general de la empresa energética EWE, con sede en Oldenburg, advirtió de que las condiciones del mercado —en particular la volatilidad de los precios asociada a las importaciones de GNL— están desincentivando el almacenamiento de ga. Con la desaparición del tradicional “diferencial verano-invierno”, los operadores encuentran pocos incentivos para almacenar gas ahora para su uso en invierno, dijo Dohler. “Existe un riesgo real de que las instalaciones de almacenamiento no se llenen lo suficiente antes del próximo invierno”, advirtió.

El Gobierno rebajó la alerta de suministro de gas del país al nivel más bajo la semana pasada. La ministra de Economía, Katherina Reiche, del partido conservador del canciller Friedrich Merz (CDU), afirmó que no le preocupaban los niveles de almacenamiento, ya que “hoy en día vemos un mercado del gas muy estable” y “hemos logrado superar la crisis del gas provocada por la guerra de agresión rusa”.