Muchos creen que esta área se encarga solo de las tareas administrativas, pero es mucho más que eso. Son el punto modular de todas las empresas, puesto que se encargan de atraer, reclutar, seleccionar, desarrollar y retener a los empleados de las distintas áreas de trabajo que la empresa necesita, cuida de las personas y transforma la cultura laboral.
Desde hace muchos años este tipo de tareas es netamente humano, y junto con esto, vienen de la mano largas horas de trabajo, algunos errores por falta de organización o incluso de personal. Es aquí donde surge la idea de un software de trabajo como Factorial. Este software de recursos humanos convierte los procesos infinitos, manuales y complicados en procesos unificados, útiles y efectivos. Para que además de gestionar personas, las empresas puedan dedicarle a sacar lo mejor de ellas.
Software de trabajo
Y, ¿en qué consiste? En este caso se trata de un software que integra distintos sectores, que ayudarán en el área de recursos humanos. Con esta herramienta podrían automatizar el control de horario, gestionar las ausencias y hasta evaluar el desempeño del equipo.
Las empresas pueden controlar las horas trabajadas, revisarlas, aprobarlas en segundos y descargar informes necesarios al respecto. Además, pueden establecer políticas de turnos y organizar los turnos del equipo de manera que se aumente la productividad de la empresa.
Por otro lado, puede gestionar las ausencias, al establecer la mejor política para que cada persona solicite su ausencia y del otro lado el equipo de RR. HH. solo tenga que aprobarlas. Además, puedes evaluar el desempeño de los empleados, mientras se comprueba el rendimiento y defines objetivos con ellos. Puedes, incluso, definir las habilidades de los empleados y que quieres potenciar de cada persona para poder realizar un seguimiento.
Por último, es una manera más sencilla de reclutar personas rápidamente. Se centralizan todos los documentos del proceso de selección y manda la oferta de trabajo a quien le corresponda.
Entorno de trabajo más conectado y ágil
La automatización de tareas es un elemento imprescindible, puesto que, además de optimizar la operación y los recursos, transforma la manera en que las organizaciones abordan los distintos desafíos. En el ámbito de la digitalización permite integrar sistemas y datos fácilmente, permitiendo la transición hacia un entorno de trabajo más conectado y ágil que habilita a una toma de decisiones más informada y rápida, si uno cuenta con los recursos, entonces tomar decisiones está basado en más información y eso hace que todo sea más eficiente y veloz. En lo que respecta a la personalización, esta automatización permite a la empresa ofrecer experiencias adaptadas a las necesidades individuales de la empresa misma y de los propios empleados.
Uno de los grandes retos de la automatización son aquellos sesgos potenciales en los algoritmos que pueden llevar a resultados inesperados o cuestionables desde un punto de vista ético. Aunque, en realidad, el mayor desafío viene dado por la resistencia al cambio dentro de las organizaciones.
Además, genera esa cierta libertad en el empleado, por poder organizar sus horas, revisas sus vacaciones, ser capaz de ver su rendimiento y capacidades, que hace que el mismo pueda ser capaz de no solo organizarse, sino ver en donde está faltando poner un poco más de esfuerzo en lo laboral.
Recursos humanos como infraestructura crítica
Pocas veces se menciona, pero el capital humano del sector energético es una infraestructura más. Invisible, sí, pero tan fundamental como las torres de alta tensión o las turbinas eólicas. Y como toda infraestructura, necesita mantenimiento, planificación y una arquitectura de soporte. En este sentido, el software especializado permite a los departamentos de recursos humanos convertirse en actores estratégicos en lugar de simplemente operativos.
El reto ahora es consolidar esta tendencia. Las empresas del sector energético están llamadas no solo a descarbonizar, sino también a modernizar su propia gestión interna. En muchos casos, el cambio empieza por una decisión aparentemente menor: adoptar una herramienta que simplifique el día a día de quienes gestionan personas. Lo que sigue es un efecto dominó que puede tocar desde la retención del talento hasta la imagen de la marca empleadora.
Conclusión
La revolución energética no ocurre solo en el mix eléctrico, ni en los mercados de carbono. También está sucediendo en las oficinas, en los servidores y en los tableros de control de recursos humanos. Herramientas como las ofrecidas por plataformas como Factorial están comenzando a formar parte de ese cambio, ayudando a ordenar el recurso más estratégico y, a la vez, más impredecible: las personas.
En una industria que no puede permitirse lentitud ni desorganización, el futuro no solo se mide en megavatios, sino también en gestión inteligente del talento. Y ese futuro, como tantas otras cosas en la energía, ya ha comenzado.
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