La mayor central térmica de Brasil impulsará la demanda de gas del país

La reciente puesta en marcha de la mayor central térmica a gas de Brasil prevé un aumento del consumo anual de gas para la generación de energía en al menos 6 millones de metros cúbicos por día (MMcmd) entre julio y noviembre, lo que representa un incremento interanual del 23%.

La central eléctrica GNA II de Gas Natural Acu (GNA), con una capacidad de 1,7 gigavatios (GW), inició operaciones comerciales el 31 de mayo y representa aproximadamente el 8% de la capacidad instalada total a gas del país. Como resultado, GNA elevó su cartera térmica operativa a 3 GW, consolidándose como el cuarto mayor generador térmico del país. Al mismo tiempo, Brasil ahora cuenta con una nueva y robusta central térmica para garantizar la confiabilidad del sistema.

Maximizar la eficiencia

La central eléctrica GNA II, ubicada en São João da Barra, en el estado de Río de Janeiro, fue adjudicada en la subasta de energía A-6 de 2017. Forma parte del complejo termoeléctrico de GNA, que también incluye la central térmica GNA I de 1,3 GW y una terminal de regasificación de gas natural licuado (GNL), con una capacidad total de 21 millones de metros cúbicos diarios (MMcmd). Ambas centrales operan en ciclo combinado, utilizando tres turbinas de gas y una de vapor cada una para maximizar la eficiencia.

Se espera que el consumo de gas de GNA II sea sustancial durante los meses secos, debido a su inflexibilidad. Se espera que la planta consuma aproximadamente 6,4 millones de metros cúbicos diarios de gas entre julio y octubre, y alrededor de 5 millones de metros cúbicos diarios en noviembre. Sin embargo, debido a su CVU relativamente bajo, se encuentra bien posicionada en la curva de orden de mérito y es más probable que despache durante períodos con niveles desfavorables en los embalses hidroeléctricos.

Considerando que el consumo térmico promedio en Brasil durante este período el año pasado se situó en torno a los 26 millones de metros cúbicos diarios, el consumo de GNA II podría representar un aumento de aproximadamente el 23% del consumo total de gas del país para la generación de energía.

Si bien el GNL puede proporcionar la flexibilidad de suministro necesaria a la planta, sus precios pueden ser volátiles en el mercado global. Esta indexación ofrece una cobertura al promotor, ya que sus costos variables se trasladarán a los usuarios finales a través de las tarifas minoristas. Sin embargo, la falta de conexión a la red de transporte dificulta el acceso de la planta a gas doméstico más económico, siempre que esté disponible.

Dependencia hidroeléctrica

La matriz eléctrica brasileña se caracteriza por una marcada estacionalidad, impulsada principalmente por su dependencia de la energía hidroeléctrica. Dado que la hidroelectricidad representa el 42% de la capacidad instalada y el 55% de la generación, la oferta está fuertemente influenciada por la disponibilidad de agua.

Durante la temporada de lluvias, en los meses de verano austral, los embalses suelen llenarse y el operador prioriza la energía hidroeléctrica debido a su menor costo marginal. Sin embargo, a medida que los embalses se agotan durante la temporada seca, los costos marginales tienden a aumentar y el suministro se vuelve cada vez más dependiente de los combustibles fósiles para proporcionar generación flexible durante períodos de baja producción de energía solar y eólica, así como generación de base cuando los embalses alcanzan niveles críticamente bajos.

En general, la central eléctrica GNA II está bien posicionada para desempeñar un papel crucial en la satisfacción de la creciente demanda energética de Brasil, especialmente durante la temporada seca. Su estructura de costos competitiva y el suministro flexible de combustible a través de su terminal de GNL proporcionarán una fuente de energía confiable y flexible a un costo competitivo para el sistema.